Para superar los exámenes es principal haber seguido los pasos vistos anteriormente (atender en clase, tener apuntes organizados, repasar cada día…).
Así, para prepararnos un examen debemos partir de la idea de que dicha preparación comienza a principio de curso. Tener el programa, asistir a clase, tener libros, materiales de apoyo, así como tener unos buenos apuntes.
Si hemos seguido todos estos pasos, hemos acudido a técnicas de memorización, motivación, hábitos de estudio, tenemos ya la base para planificar y superar con éxito la realización de un examen.
Para el repaso de cara al examen debemos saber que no es necesario leerse todo el temario nuevamente, sino que podemos basarnos en esquemas bien hechos. Es más, decir lo que hemos aprendido sin ayuda del libro o de los apuntes nos permite tener más claro qué sabemos realmente y qué no, lo que necesitamos repasar más y qué menos.
Por ello, consideramos un modo muy útil para repasar el hacerse preguntas a uno mismo y contestarlas; tales preguntas deberán ir enfocadas a la parte más importante del tema, así podremos comprobar nuestro medio para enfrentarnos al examen.
Asimismo, también es considerable la distribución correcta del tiempo de repaso, es decir, la planificación debe de ser realizada de manera minuciosa para poder optimizar el aprendizaje. No obstante, creemos que lo más idóneo sería el dominar todos los contenidos tiempo antes del examen, es decir, contar con una última semana en la que dedicarnos únicamente a repasar los conceptos e invertir más tiempo en aquellos temas considerados más importantes. Esto conlleva a una correcta planificación que no siempre se hace, por lo que es importante conocer qué temas son los más importantes para actuar sobre los mismos de inmediato.
